Hay
un día al año en que Lorca deja de ser Azul y Blanca, Blanca y Azul, y adopta
los colores naranja y verde de la bandera de Irlanda.
La
historia se remonta a la Edad Media, cuando un día 17 de marzo los cristianos
lorquinos lograron derrotar al Islam en la batalla de los Alporchones; según la
tradición, gracias a la intercesión del santo. De esta gesta proviene, por
ejemplo, el hecho de que nuestra Ex Colegiata sea el único templo católico
español dedicado a San Patricio.
San
Patricio es también el patrón de Irlanda, de manera que nuestro viejo homenaje
medieval se ha transformado en una fiesta de aires celtas.
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